Otra entrega que dignifica a las víctimas y a sus familiares
Quince años de búsqueda, incertidumbre y tristeza llegaron a su fin para la familia de Wilson Castro, un joven campesino fundamental en la manutención de su familia en el municipio de Mesetas, departamento del Meta. A sus 27 años, en 2005, en un día no muy recordado por su familia, fue desaparecido luego de que saliera a sus labores cotidianas en el campo.
La presencia histórica de los grupos armados fue la razón del alto índice de violaciones de derechos humanos en está región del país, que ha sufrido asesinatos, desaparición forzada, estigmatización, agresiones sexuales y muchos más crímenes que atentan contra la dignidad humana.
El 21 de febrero pasado, gracias a la perseverancia de la familia y las organizaciones de DD.HH. como el colectivo Orlando Fals Borda (OFB) y el Grupo de Trabajo de Búsqueda, Identificación y Entrega de Personas Desaparecidas (GRUBE) de la Fiscalía, se hizo la entrega a sus allegados en un sentido acto en Villavicencio. Esto permitió a la familia tenerlo cerca para poder cerrar ese eterno ciclo de búsqueda, dar paso a la verdad y poder enterrar a su hijo en una ceremonia dignificante.
Junto con el cuerpo de Wilson Castro, también fue entregado a sus familiares el de Dolfi Monra Herrera, quien había sido desaparecida en 2007 y quien fue encontrada en el cementerio de La Macarena - Meta. Este trabajo ha completado diez años de búsqueda que permite que más de ciento treinta personas hayan retornado a sus familias e inician las acciones de la exigibilidad que corresponde.
La realización de la audiencia pública de La Macarena que contó con la presencia de eurodiputados, congresistas colombianos y organizaciones sociales del país permitió incidir en las autoridades competentes para que comenzaran a determinar qué pasó en los cementerios de los Llanos Orientales, que al igual que en muchos otros del territorio nacional, como el de Dabeiba, fueron utilizados para ocultar cuerpos de desaparecidos y que en algunos casos fueron reportados como bajas en combate.
Gracias a la labor realizada, se firma también el convenio 001 entre Fiscalía, Medicina Legal y Registraduría Nacional, con el cual se logra hacer la identificación de alrededor de 830 cuerpos en los cementerios de Villavicencio, La Macarena, San José del Guaviare, Vistahermosa y Granada, entre los que se encontraba el de Wilson Castro, y que gracias a gestión ya realizada por la familia, fue posible juntarlos para hacer una digna entrega a sus seres queridos.
¿Qué viene ahora para la familia?
La ruta de exigibilidad de derechos que el colectivo OFB ha implementado, para la significación de los desparecidos y de sus familias, es fundamental para la plena recuperación emocional de las personas que han tenido que vivir estas degradantes situaciones. Junto a la familia de Wilson y Dolfi se evaluarán las dimensiones de la misma, en especial el acompañamiento psicosocial que realizamos en el colectivo OFB para garantizar su bienestar, mejora y resiliencia. Asimismo, es necesario determinar las causas que llevaron al deceso de Wilson Castro, las circunstancias en que desapareció y hacer el acompañamiento integral a su familia.
Desde 2005, el Colectivo OFB ha venido haciendo un trabajo de investigación, documentación, denuncia e incidencia sobre la situación de los cementerios de Colombia que no han realizado prácticas adecuadas para la identificación e inhumación de las personas no identificadas. Esto ha facilitado el uso de los cementerios para actos ilegales como fue demostrado con la audiencia pública de La Macarena, en la que se evidenció para qué fue usado el cementerio en el marco del conflicto. Situación similar que hoy día nos recuerda lo que está pasando en Dabeiba, a partir de las declaraciones de militares ente la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) donde aseguraron que este cementerio fue utilizado para ocultar personas ejecutadas extrajudicialmente y presentadas como muertes de guerrillerosn en combate.
Los familiares de víctimas y organizaciones de derechos humanos esperan que el Gobierno nacional y las instituciones apoyen más intensamente los procesos de búsqueda y entrega, por ser un imperativo para la implementación de la paz y ser la herramienta principal para que miles de familiares de víctimas puedan cerrar el ciclo de búsqueda y continuar adelante con sus vidas. Exhortamos a las instancias del El Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición a que articulen y coordinen sus acciones para facilitar la búsqueda, identificación y entrega digna de todas las personas dadas por desaparecidas, teniendo el más elevado compromiso ético con la centralidad de las víctimas y la no repetición.
Villavicencio, Meta.
febrero 23 de 2020