Los menores de edad no pueden ser un botín de guerra - Comunicado OFB
A pesar de la firma del Acuerdo de Paz, Colombia sigue viviendo los rigores de una guerra desigual e inhumana que a diario deja como resultado cientos de víctimas directas e indirectas, mientras las arcas de los guerreristas crecen a costa del sufrimiento de todo un pueblo.
El último capítulo desgarrador en esta historia de violencia se presentó el pasado 2 de marzo cuando los habitantes del departamento del Guaviare se despertaron con la noticia de que más de 8 menores de edad fueron asesinados por las Fuerzas Militares en un ataque con bombas aéreas.
Una vez la noticia se hizo pública, la actitud que el Gobierno asumió fue contraria a cualquier razonamiento humanitario, no solamente se hizo responsable del hecho, sino que también se empecinó en mostrarlo como un triunfo militar, equiparando el asesinato de estos menores a la eliminación de milicianos.
La situación es más que preocupante, con estas declaraciones el gobierno alienta a sus activos militares a legitimar las agresiones que cometen contra la población civil, al punto de que los menores de edad ya son tratados como objetivo militar. A los niños se les ha negado la posibilidad de vivir en un país en paz, con condiciones de vida digna, con educación, con tranquilidad y reconocimiento como sujetos de derechos. A sus vidas y a sus territorios el Estado ha llegado solamente para asesinarlos.
Por eso, le exigimos al gobierno de Iván Duque señalar cuáles son los protocolos que las FF.MM deben cumplir para efectuar un bombardeo de este tipo; quién dio la orden de llevarlo a cabo, a pesar de que la Defensoría del Pueblo ya había alertado sobre el fenómeno del reclutamiento de niños en el departamento del Guaviare, y pedir disculpas públicas a las familias de los menores asesinados.
Como organización defensora de derechos humanos, requerimos a la Fiscalía General de la Nación, a la Corte Suprema de Justicia y a la Procuraduría General de la Nación, iniciar de forma inmediata las investigaciones correspondientes por esta grave violación a los derechos humanos y al Derecho Internacional Humanitario.
Así mismo, invitamos a otras organizaciones de derechos humanos nacionales e internacionales a que se pronuncien de forma vehemente en rechazo de estas acciones que nos impiden vivir en un país en paz, en el que los niños en vez de ser protegidos son asesinados por el Estado y catalogados como “máquinas de guerra”.
Foto: El Espectador