46 congresistas radican nuevamente proyecto de ley para prohibir el uso del Glifosato en Colombia
Tras su hundimiento en la pasada legislatura con 8 votos a favor y 5 en contra de la ponencia de archivo del proyecto, el congresista Antonio Sanguino del Partido Alianza Verde, radicó junto a 45 congresistas de diferentes bancadas, el proyecto de ley para la prohibición del Glifosato en la política antidrogas que implementa el Gobierno Duque. La iniciativa busca priorizar la estrategia de erradicación y sustitución voluntaria de cultivos de uso ilícito y enfocaría los esfuerzos en los proyectos agrícolas, pecuarios, pesqueros, entre otros.
A pesar de ser una iniciativa en la que se ha insistido desde 2018, este proyecto llega en un nuevo contexto del país y con la unión de esfuerzos de congresistas de casi todos los partidos políticos en el Congreso y sectores ambientales que han impulsado iniciativas como Escazú y prohibición del fracking.
A diferencia del año anterior, la mesa directiva del Senado no estará en manos de los liberales que impulsaron el proyecto, en esta última legislatura, el proyecto de ley estará a disposición de la senadora del Partido Cambio Radical, Daira Galvis, que se ausentó al momento de votar el proyecto a mediados de mayo.
La iniciativa, además de ponerle freno a las intenciones del Gobierno Duque de retornar a la aspersión con el glifosato para la lucha contra las drogas, prioriza y pone en el centro a los campesinos, considerados el eslabón más débil de la cadena. “Este es un proyecto que se articula con lo dispuesto por el Acuerdo de Paz en su punto 4 y busca alternativas fuera de la aspersión, para acabar con los cultivos de uso ilícito, como la erradicación manual y verdaderos proyectos de inversión para los campesinos, que sufren todos los flagelos como la violencia, el abandono y la intoxicación de sus campos con este herbicida”, señaló Antonio Sanguino, autor del proyecto.
Cabe resaltar, que el proyecto de ley, surtió varias audiencias públicas para explicar sus alcances y demostrar las implicaciones nocivas que tiene para la salud, el ambiente y las fuentes hídricas. “El uso del glifosato es una política equivocada, costosa e ineficiente que afecta la salud humana y los ecosistemas del país. Los autores de este proyecto seguiremos insistiendo en un cambio en la política antidrogas y en una actuación ambientalmente responsable del Estado,” señaló Sanguino.